sistema muscular en humanos

En anatomía humana, el sistema muscular es el conjunto de los más de 600 músculos del cuerpo, cuya función primordial es generar movimiento, ya sea voluntario o involuntario -músculos esqueléticos y viscerales, respectivamente. Algunos de los músculos pueden enebrarse de ambas formas, por lo que se los suele categorizar como mixtos.

El sistema muscular permite que el esqueleto se mueva, mantenga su estabilidad y la forma del cuerpo. En los vertebrados se controla a través del sistema nervioso, aunque algunos músculos (tales como el cardíaco) pueden funcionar en forma autónoma. Aproximadamente el 40% del cuerpo humano está formado por músculos, vale decir que por cada kilogramo de peso total, 400 gramos corresponden a tejido muscular.

Funciones del sistema muscular
El sistema muscular es responsable de:

• Locomoción: Efectuar el desplazamiento de la sangre y el movimiento de las extremidades.

• La Actividad motora de los órganos internos: El sistema muscular es el encargado de hacer que todos nuestros órganos desempeñen sus funciones, ayudando a otros sistemas como por ejemplo al sistema cardiovascular.

• Información del estado fisiológico: Por ejemplo, un cólico renal provoca contracciones fuertes del músculo liso generando un fuerte dolor, signo del propio cólico.

• La Mímica: El conjunto de las acciones faciales, también conocidas como gestos, que sirven para expresar lo que sentimos y percibimos.

• La Estabilidad: Los músculos conjuntamente con los huesos permiten al cuerpo mantenerse estable, mientras permanece en estado de actividad.

• La Postura: El control de las posiciones que realiza el cuerpo en estado de reposo.

• La Producción de calor: Al producir contracciones musculares se origina energía calórica.

• La Forma: Los músculos y tendones dan el aspecto típico del cuerpo.

• La Protección: El sistema muscular sirve como protección para el buen funcionamiento del sistema digestivo como para los órganos vitales..


Componentes del sistema muscular
El sistema muscular está formado por músculos y tendones.


Los Músculos
La principal función de los músculos es contraerse, para poder generar movimiento y realizar funciones vitales. Se distinguen tres grupos de músculos, según su disposición: El músculo esquelético El músculo liso El músculo cardíaco

Dependiendo de la forma en que sean controlados: Voluntarios: Controlados por el individuo Involuntarios o Viscerales: Dirigidos por el sistema nervioso central Autónomo: Su función es contraerse regularmente sin detenerse. Mixtos: músculos controlados por el individuo y por sistema nervioso, por ejemplo los párpados.

Los músculos están formados por una proteína llamada miosina, la misma se encuentra en todo el reino animal e incluso en algunos vegetales que poseen la capacidad de moverse. El tejido muscular se compone de una serie de fibras agrupadas en haces o masas primarias y envueltas por la aponeurosis una especie de vaina o membrana protectora, que impide el desplazamiento del músculo. Las fibras musculares poseen abundantes filamentos intraprotoplasmáticos, llamados miofibrillas, que se ubican paralelamente a lo largo del eje mayor de la célula y ocupan casi toda la masa celular. Las miofibrillas de las fibras musculares lisas son aparentemente homogéneas, pero las del músculo estriado presentan zonas de distinta refringencia, lo que se debe a la distribución de los componentes principales de las miofibrillas, las proteínas de miosina y actina.


La forma de los músculos
Cada músculo posee una determinada estructura, según la función que realicen, entre ellas encontramos: Fusiformes músculos con forma de hueso. Siendo gruesos en su parte central y delgados en los extremos. Planos y anchos, son los que se encuentran en el tórax (abdominales), y protegen los órganos vitales ubicados en la caja toráxica. Abanicoides o abanico, los músculos pectorales o los temporales de la mandíbula. Circulares, músculos en forma de aro. Se encuentran en muchos órganos, para abrir y cerrar conductos. por ejemplo el píloro o el orificio anal. Orbiculares, músculos semejantes a los fusiformes, pero con un orificio en el centro, sirven para cerrar y abrir otros órganos. Por ejemplo los labios y los ojos